Volviendo a las andanzas tras nuestra aventura por tierras madrileñas y nuestra fantasía consumida en el AVE, quise luego quedar otra vez con Fosca. Pero las oportunidades tardaban en hacerse realidad, y se me ocurrió proponerle una cita algo exótica. Yo quería salir un sábado por la mañana en bicicleta de montaña por algún paraje de la Catalunya interior, ¿porque no se reunía conmigo y pasábamos unas horas en una habitación de un hotel rural?
Fosca es una mujer todoterreno y