Hace algunos años, en un conocido hotel de Nueva Orleans. Los dos estábamos en el bar haciendo tiempo, esperando a alguien. No era una niña, andaría alrededor de los cuarenta, supongo, pero pensé entonces -y lo sigo pensando ahora- que era la mujer más bella que había visto nunca de cerca. Una de esas mujeres tan bellas que no piensas en follártela, sino en abrazarla, en agradarla, en conseguir que se ría, yo qué sé. Al cabo de un rato apareció un tipo bajito, rechonchete, cara azulada, ropa cara. Se dieron un achuchoncete supuestamente cariñoso y vagamente marital, y me dio pena; pena de pensar que una princesa tan hermosa tuviera que casarse con un sapo para sobrevivir. Luego, cuando se fueron, el camarero me informó (previo pago de la tarifa correspondiente) de que no, de que se trataba de una de las prostitutas de más caché de la ciudad, un lujo, una pasta gansa. Y entonces mi pena se transformó en alegría y me sentí bien por ella; alegría por ver a la justicia triunfando en el mundo.
La busqué, claro, y acabé encontrándola. Quedamos para un fin de semana. Nos alojamos en una de las plantas altas del Grand Hyatt desde la que se podía ver toda la ciudad. Seguro que no se corrió (qué ilusos, esos ilusos), pero sé que al menos se rió, se rió mucho, y en algún momento creo que me miró con afecto y puede que hasta con ternura, aquella belleza increíble.
Nos vimos un par de veces más, pero luego, cuando pasó lo del huracán Katrina, desapareció de la ciudad y le perdí la pista. Nada. Hasta este año, en que –lo juro- la vi en la fiesta de los Oscar. Era ella, sin duda. Estaba allí, al lado de uno de los nominados por algo, no recuerdo. Y me sentí feliz de saber que le iba bien, de que seguía triunfando como le correspondía. Y esta vez, como estaba yo mirando la cosa por televisión, pensé que también era la mujer más bella que he visto nunca de lejos.
Envidia: Dícese de la planta que para una buena digestión ha de tomarse con roquefort.
Has probado con cabrales?
En otro hilo pusimos cabrales a las foreras... para chuparse los dedos!
Soluciono problemas
Administrador Guía Geisha
Perdón Nietze, pero esto te ha pasado de verdad o es un relato?
Va en serio y sin acritud barceliana o mejor hendrixera![]()
La emoción es mi debilidad...http://www.youtube.com/watch?v=goDET8EFMcU
Momentos soñados..., sueños vividos...
Quién no ha tenido eso?, aunque sea en otra escala...
Tal cual, Kaiser de naranja. Sólo que, a lo mejor, pues en vez de Nueva Orleans era Ciudad Real, y, en vez del Grand Hyatt, la pensión Chelito con vistas al patio de vecinos, y, en vez de los Oscar, pues era el pograma de la Belén Esteban. Pero, salvo eso y que me se habían roto las gafas y no podía ver bien ni de lejos ni de cerca, todo lo demás igualito.
Lo importante es el "conceto", campeón.![]()
Soluciono problemas
Administrador Guía Geisha
Tal cual, Kaiser de naranja. Sólo que, a lo mejor, pues en vez de Nueva Orleans era Ciudad Real, y, en vez del Grand Hyatt, la pensión Chelito con vistas al patio de vecinos, y, en vez de los Oscar, pues era el pograma de la Belén Esteban. Pero, salvo eso y que me se habían roto las gafas y no podía ver bien ni de lejos ni de cerca, todo lo demás igualito.
¡Oye, Nietze, déjate de rollos!
Que llevo seis meses poniéndome Hemoal y no hay forma que las almorranas me dejen de molestar. Y eso que me decías lo que a todas: ¡No te va a doler, corazón!
Y si, si, Nietze, se que las almorranas las debería sufrir en silencio, como en el anuncio.
¡Pero qué narices! Que se entere la gente, que se entere.
¡Eres un insensible cular!
PD: Y ni fondas ni narices, fue en el callejón Sinforosa Primor esquina Ria de Monforte, Cañizares del Romeral, Almería.
Ya. Pues que sepas que el bulo de lo del huracán Katrina no me lo tragué nunca, que sabía que todo aquel estruendo y pavor medioambiental no eran más que las flatulencias y aerofagias tuyas!!¡Oye, Nietze, déjate de rollos!
Que llevo seis meses poniéndome Hemoal y no hay forma que las almorranas me dejen de molestar. Y eso que me decías lo que a todas: ¡No te va a doler, corazón!
Y si, si, Nietze, se que las almorranas las debería sufrir en silencio, como en el anuncio.
¡Pero qué narices! Que se entere la gente, que se entere.
¡Eres un insensible cular!
PD: Y ni fondas ni narices, fue en el callejón Sinforosa Primor esquina Ria de Monforte, Cañizares del Romeral, Almería.
Hay mujeres estupendas que, además son unas estupendas mujeres.Hace algunos años, en un conocido hotel de Nueva Orleans. Los dos estábamos en el bar haciendo tiempo, esperando a alguien. No era una niña, andaría alrededor de los cuarenta, supongo, pero pensé entonces -y lo sigo pensando ahora- que era la mujer más bella que había visto nunca de cerca. Una de esas mujeres tan bellas que no piensas en follártela, sino en abrazarla, en agradarla, en conseguir que se ría, yo qué sé. Al cabo de un rato apareció un tipo bajito, rechonchete, cara azulada, ropa cara. Se dieron un achuchoncete supuestamente cariñoso y vagamente marital, y me dio pena; pena de pensar que una princesa tan hermosa tuviera que casarse con un sapo para sobrevivir. Luego, cuando se fueron, el camarero me informó (previo pago de la tarifa correspondiente) de que no, de que se trataba de una de las prostitutas de más caché de la ciudad, un lujo, una pasta gansa. Y entonces mi pena se transformó en alegría y me sentí bien por ella; alegría por ver a la justicia triunfando en el mundo.
La busqué, claro, y acabé encontrándola. Quedamos para un fin de semana. Nos alojamos en una de las plantas altas del Grand Hyatt desde la que se podía ver toda la ciudad. Seguro que no se corrió (qué ilusos, esos ilusos), pero sé que al menos se rió, se rió mucho, y en algún momento creo que me miró con afecto y puede que hasta con ternura, aquella belleza increíble.
Nos vimos un par de veces más, pero luego, cuando pasó lo del huracán Katrina, desapareció de la ciudad y le perdí la pista. Nada. Hasta este año, en que –lo juro- la vi en la fiesta de los Oscar. Era ella, sin duda. Estaba allí, al lado de uno de los nominados por algo, no recuerdo. Y me sentí feliz de saber que le iba bien, de que seguía triunfando como le correspondía. Y esta vez, como estaba yo mirando la cosa por televisión, pensé que también era la mujer más bella que he visto nunca de lejos.
Intuyo que ésta debe ser de las que van acompañadas de esta frase.
"En el sexo todo se me antoja más sencillo. Es puramente físico, simplemente mental. Fluídos y jadeos. Transpirar de perfumes. Elenco de sonidos."
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