Saludos, Oliba.
Te explico el truco que utilizo cuando voy a Tokio por trabajo. Nunca me han prohibido la entrada a ningún antro. Dos meses antes del viaje hago una rigurosísima dieta a base de los menús del McDonals. Me atraco de patatas fritas, hamburguesas, salchichas, todo tipo de lácteos, bollería industrial y litros de Cola Cola.
Una semana antes del viaje empiezan a notarse los efectos. Y cuando llegues a Tokio comprobarás sorprendido como no llamas la atención de nadie. Como si fueras uno de ellos.
Es lo que tiene el estreñimiento, achina los ojos. Y funciona, me echaron de la embajada española pensando que era un refugiado del Tíbet.
Y cuando voy a Hiroshima, también. Ahí es donde aparco el coche, en Tokio es que no hay manera. Y luego cojo el metro.
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