El Estado se queda con parte de lo que ganas, en principio, no para explotarte sino para devolvértelo en forma de servicios y/o como retribución de servicios que presta. Algunos de ellos, muy caros, eso sí.
Un proxeneta en toda regla y que se precie, no pierde ni cinco segundos en justificar lo que se queda.
Otra cosa distinta es la sensación.
En cualquier caso, un saludo.
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